Artículos / 06.Jul.2020
Una opinión de Alarico de Roque, ganadero.

Hace cuatro años que Alberto Núñez Feijoo ganó por mayoría las elecciones al Gobierno autonómico gallego. Pese a que este sería su tercer mandato consecutivo al frente de la Xunta de Galicia, institución que define un ayuntamiento rural como «aquel que no cuenta con ninguna zona densamente poblada a nivel de parroquia, según la clasificación publicada por el Instituto Galego de Estatística» —IGE, 2016—, y que excluye de esta consideración a tan solo 13 de los 313 municipios que componen la comunidad, no fue hasta aquel momento cuando el reelegido presidente anunció a bombo y platillo que el período que ahora termina sería la «legislatura del rural».

Artículos / 23.Jun.2020
Unha vivencia de Alarico de Roque, gandeiro.

Fortes son as raíces que nos atan a esta noite, polo menos no rural. Esta noite que se converteu en botellóns de xente apiñada que non pensa nin por un momento a que se debe esa cacharela xusto nese intre. Na aldea todo é moito máis doado e, despois de días de traballo extenuante de colleita e sementeira, de suor e dor nas costas, esta noite xúntanos a todos e a todas arredor dun lume purificador, ante o que somos iguais pero singulares.

Artículos / 16.Jun.2020
Una vivencia de Alarico de Roque, ganadero.

Son las 7.00 horas. Suena el despertador y, aunque me siento como si hubiese dormido tan solo un par de horas, lo cierto es que han sido seis las que mi cuerpo ha descansado. Pero no son suficientes en la época del año en la que cosechamos casi todo y sembramos la mitad: la primavera.

Artículos / 11.Jun.2020
Una opinión de Madanela Eiras.

Son las nueve de la mañana de un día cualquiera de confinamiento. Sentada en el sofá mientras me tomo un segundo café, miro a la ventana y reflexiono sobre toda esta situación. La enredadera que tengo en la estantería cae desde su maceta hasta el borde del estor, recogido a media altura, doblando la punta del tallo en busca de la luz exterior: «Vaya, tú también quieres salir». Me doy cuenta de que estoy hablando con una planta, algo que mi madre me había recomendado repetidamente, pero que yo jamás había hecho hasta ahora. Quizás la cuarentena me está afectando más de lo que creía, o quizás, simplemente, estoy perfilando una perspectiva más amplia de la vida.

Artículos / 19.May.2020
Una opinión de Alarico de Roque, ganadero.

En Empatizar desde el confinamiento os contaba lo poco que esta cuarentena que estamos viviendo cambia la vida en una granja. Lo cierto es que todo sigue más o menos igual, salvo por el hecho de que los profesionales y proveedores que nos visitan diariamente, y que al principio del estado de alarma usaban las más básicas barreras para evitar contagios, ahora extreman las medidas de prevención y las cumplen a rajatabla. Esto no es una llamada de atención, pues muchos de ellos ni siquiera contaban con todos los equipos de protección individual —EPI— que eran necesarios, sino, simplemente, una confirmación de que la gente se va concienciando cada vez más del riesgo que supone la COVID-19 para uno mismo y para la sociedad. Parece que las cifras de esta pandemia provocan en nosotros el afloramiento de ese sentimiento que tanto me gusta mencionar: la empatía.

Artículos / 07.May.2020
Una vivencia de Raquel Pérez Diéguez.

En aquel instante de despedida contuve toda la tristeza de una vida y, en un segundo, observé aquellas nubes grises que dejaban espacio a un cielo azul intenso y limpio; aquellas cumbres que llevan toda la vida acompañándome, aún cubiertas por la nieve del día anterior; aquellos prados verdes en los que tímidas asoman las primeras margaritas; las ramas desnudas de los manzanos, y las de los cerezos repletas de flores engañadas por el tiempo, presuntuosas ante las abejas que reviven y sobreviven a la invernada.

Artículos / 28.Abr.2020
Una reflexión sobre la necesidad de proteger sanitariamente a agricultores y ganaderos.

Desde que comenzó el confinamiento, es habitual ver en periódicos, televisiones y otros medios de comunicación reportajes bucólico-pastoriles que ensalzan el esfuerzo de agricultores y ganaderos por mantener su actividad, e incluso incrementarla, a pesar del coronavirus. La prensa se acerca al campo como quien visita al pariente pobre y resignado. Unas palmaditas en la espalda, un aplauso al esfuerzo y un mensaje de ánimo más falso que una moneda de tres euros. De analizar los riesgos sanitarios en las explotaciones o el impacto económico del estado de alarma en la actividad agraria, nada de nada: «Hala, héroes, vosotros a producir. Y no se os ocurra subir los precios, que ya os damos un minuto de gloria diario en la tele».

Artículos / 21.Abr.2020
Una opinión de Alarico de Roque, ganadero.

En estos tiempos de Corona y virus, y todos los males habidos y por haber, en los que todos —o al menos la mayoría con cerebro— vemos limitados nuestros contactos sociales, llegado ese momento en el que descubrimos que esto no es tan fácil como el primer día, intentemos poner el corazón cuando miramos a nuestro alrededor. Urge el uso de toda la empatía que seamos capaces de reunir en nuestro confinamiento.

Artículos / 26.Mar.2020
Una opinión de Alarico de Roque, ganadero.

Un país parado por algo tan pequeño que no se puede ver con un simple microscopio. Dos enemigos invisibles, el virus y el miedo, se retroalimentan. Mientras, los humanos pagamos las consecuencias de ambos. Así veo la situación actual desde mi aldea. Pero, como siempre, las imágenes que se ven en televisión o en las redes son las de las ciudades. Nadie se acuerda de lo que pasa en el campo —bueno, algunos sí, para huir a él por temor al contagio—. Yo os voy a contar lo que ocurre aquí, aunque lo cierto es que, más allá del estado de alerta, hay poco que contar. La ausencia de novedades en el rural no es una novedad.

Artículos / 26.Feb.2020
Una vivencia de Alarico de Roque, ganadero.

Si cierro los ojos, todavía percibo aquel olor a tocino derretido en la piedra caliente en la que mi abuelo, experto cantero, hacía filloas de unos sesenta centímetros de diámetro. Picado por el cuero con un tenedor y bañado en el aceite de la taza en la que reposaba, aquel trozo de cerdo preparaba la piedra para recibir el amoado, que yo escuchaba estallar en ella por el calor hecho a base de troncos de abedul y leña de roble.