Artículos / 24.Feb.2021
Un relato de Alarico de Roque, ganadero.

Hace frío y llueve, como es habitual en Galicia en las fechas del carnaval. El olor de los grelos, las patatas y las carnes saladas cociéndose al fuego se extiende por toda la casa. Mientras colorea un dibujo sentada detrás de la cocina de leña, la niña le dice a su atareada madre: «Cuéntame la historia de los alimenta». Intercambian una mirada cargada de complicidad. «¿Otra vez?». Incapaz de negarse a la sonrisa de ilusión de su pequeña, la mujer se ata un pañuelo a la cabeza para apartarse el pelo de la cara y, sin perder de vista las cazuelas, comienza este relato, como una tradición más entre los platos típicos:

Artículos / 17.Feb.2021
Un relato de Alarico de Roque, ganadero.

Gala no ha dormido nada esa noche. La adrenalina vence al sueño. Solo lee y lee. Cuanto más avanza en la lectura, más le aterroriza todo lo ocurrido, y se pregunta cómo diablos habían sido capaces de crear aquel mundo tan artificial sin que nadie pudiese hacer algo para frenarlos. Le maravillan las imágenes de aquellos alimentos, para ella desconocidos, con descripciones de sabores que jamás hubiese imaginado: «¿Dónde está toda la comida de la que disfrutaban en las ciudades a principios del siglo xxi?». Ahora está tan estandarizada que solo se distinguen tres sabores: el de la proteína animal, el de la vegetal y el de los exclusivos edulcorantes, unos sobres de contenido líquido que algunos se pueden permitir tomar por encima de cada comida: «¿Cómo hemos llegado a esto?».

Artículos / 15.Feb.2021
Un relato onírico de Alarico de Roque, gandeiro.

Esta noite apalpei un soño. Volvíame incorpóreo e podía desprazarme a distintos sitios, en tempo e lugar. Tanto vía o Entroido con ollos de neno como o desfrutaba cos meus pequechos; tanto estaba tirando fariña en Viana como correndo diante das formigas en Laza. Cigarróns, peliqueiros e boteiros fundíanse todos na mesma praza ao son do folión e, como se fose o Día da Marmota, o enterro da sardiña nunca chegaba naquel eterno Carnaval.

Artículos / 10.Feb.2021
Un relato de Alarico de Roque, ganadero.

Gala se mantiene ajena al mundo exterior mientras imparte su clase de historia. Siempre le había gustado la enseñanza, y se le da muy bien, por lo que pone gran pasión en su trabajo. Allí de pie, delgada, pero de constitución fuerte, mira de frente a sus alumnos con unos ojos verdes que parecen encenderse al inicio de cada hora de docencia:

Artículos / 28.Dic.2020
Un relato de Alarico de Roque, ganadero.

El nuevo coronavirus llegó a Europa en enero de 2020, procedente de China. Parece ser que, fruto de la presión que el ser humano ejerce sobre la naturaleza, el virus mutó y saltó a las personas. Ante la propagación de la enfermedad ya conocida como COVID-19, la Organización Mundial de la Salud —OMS— la calificó como pandemia global, e inmediatamente se comenzó con la investigación para encontrar una vacuna. En ese momento todos nos aferramos a nuestra culta sociedad, a sus valores, y a la preparación de nuestros gobernantes y científicos, pensando si todo este engranaje sería lo suficientemente robusto y estaría a la altura de las circunstancias.

Artículos / 09.Jul.2020
Un cuento electoral de Alarico de Roque, ganadero.

La reunión se había prolongado más de lo previsto. Era la última antes de las elecciones y el presidente de la Xunta había estado presente para reforzar su campaña electoral, pero algunos de los representantes del sector primario no eran fáciles de doblegar, sobre todo los que eran agricultores o ganaderos de verdad. Ellos no entendían su proyecto para el rural, menudos necios…

Artículos / 24.Feb.2020
Un relato de Alarico de Roque, ganadero.

Me levanto de la cama con el despertar de quien duerme lo que quiere, me asomo a la ventana, y veo esa reconfortante niebla que lo cubre casi todo. Preciosa y fría mañana en lo alto de este solitario monte, el Pico da Ortiga. Cuentan los ancianos que, tiempo atrás, en esta zona se extendía una gran reserva natural de flora y fauna conocida como Parque do Invernadeiro. Hoy, mires donde mires, solo se ven eucaliptos. Con la idea de plasmar por escrito la historia de cómo se llegó a esta situación, para que se sepa la verdad, me sirvo un trozo de jabalí que sobró ayer y me siento frente a mi pantalla de grafeno.

Artículos / 26.Dic.2019
Un relato ambientado en el «estado del bienestar».

Corría el 24 de diciembre de 2019. José, siempre voluntarioso, ayudaba a Mari a bajar del coche al llegar a casa de los padres de ella. José, de Terroso, y Mari, de Soutochao —aldeas del municipio de Vilardevós, Ourense—, se conocían desde niños. Diez años atrás, durante una escapada a la cascada da Cidadella en una calurosa tarde de agosto, su amistad se tornó atracción y, poco después, acabaron en el altar. Esos recuerdos de José quedaban difuminados ante la inminente llegada de su primer hijo, ya que Mari estaba próxima a salir de cuentas.